El concurso consistía en realizar una receta de alguna colaboradora, y mandar una foto del resultado final.
La autora original es Rocío Rochas, así que parte de este premio es para ella, jejeje. Desde aquí darle las gracias por esta magnifica receta.
El bizcocho en sí no es muy dulce al llevar harina integral y poco azúcar, así que es ideal para las que estamos en plena "operación bikini", pero...si sois tan golosill@s como yo y lo rellenáis y cubrís de una maravillosa crema de avellanas...¡es un pecado capital no apto para operaciones!
He de reconocer que no me llamaba mucho la atención este tipo de tarta: "Carrot Cake", zanahoria en un bizcocho...no conseguía entender como podían combinar bien estos dos ingredientes, por eso mi insistencia en rellenarla con alguna crema rica, pero que gran error! es una combinación espectacular, y aunque para mi gusto, este bizcocho solo (sin cubrir) es un poquito soso de sabor (esta receta en concreto), es perfecta para hacer una tarta con el punto de dulce exacto que necesita. Es PERFECTA DE SABOR. Y no solo lo digo yo, sino también mis conejillo de indias que prueban todo lo que hago! jejejeje.
Bueno, empezamos???!!!!
Ingredientes:
Para el bizcocho:
- 250 gr de zanahoria
- 250 gr de harina integral
- 4 huevos M
- 200 gr de aceite de oliva suave
- 100 gr de nueces peladas
- 1 sobre de levadura
- 1 cucharada de canela
- 1/2 cucharada de jengibre en polvo
- 1 pizca de sal
- 25 gr de azúcar avainillado
- 25 gr de azúcar glas
Para la crema:
- 250 gr de mantequilla sin sal (a temperatura ambiente)
- 250 gr de azúcar glas
- 2 cucharadas de avellana italiana es pasta (yo utilicé la marca Home Chef)
Para le almíbar:
- 100 gr de azúcar
- 100 ml de agua
Elaboración:
Comenzamos preparando nuestro bizcocho: para ello rayamos la zanahoria y la dejamos secar en papel de cocina absorvente para que desprenda un poquito de agua. También trituramos las nueces y las reservamos.
Batimos el azúcar con los huevos (uno a uno) hasta que espume, incorporamos el aceite y continuamos batiendo.
Mezclamos la levadura con la harina y la tamizamos. La vamos incorporando poco a poco a los huevos, mientras batimos. Finalmente añadimos el azúcar avainillado, la canela, el jengibre y una pizca de sal.
Enharinamos y engrasamos un molde (con esta cantidad da para 2 moldes pequeños de 18 cm o uno grande de 26 cm) y horneamos 45-50 minutos a 180 º (previamente precalentado el horno).
Transcurrido este tiempo, lo dejamos enfriar 10 minutos y lo colocamos sobre una rejilla para que termine de enfriar.
Para la crema: batimos la mantequilla con el azúcar glas hasta obtener una mezcla homogénea, sin grumos y suave. Añadimos las cucharada de avellana es pasta y mezclamos bien.
Para el almíbar: calentamos el agua junto con el azúcar hasta que este se disuelva por completo. Dejamos enfriar.
Con la ayuda de un palito hacemos agujeros en los bizcochos, y con una brocha de silicona aplicamos el almíbar.
Para cubrir la tarta por capas pinchar aquí: como rellenar y cubrir una tarta por capas. Este enlace os lleva a una receta donde lo explico de forma fotográfica.
El proceso de cubrir y rellenar es igual, lo que varía es la decoración final.
Esta vez me decanté por un toque rustico, por esta razón no me importó que a la hora de cubrirla se soltara alguna "miguilla", era el toque justo que quería.
Una vez cubierta, con la ayuda de una espátula, hice unas ondas en la superficie y adorné con algunas nueces.Para el resto de la tarta me ayudé con la espátula para hacer esos piquitos tan originales. Únicamente tienes que tocar la crema con la punta de la espátula y rápidamente despegarla.
Y lista!!! a disfrutarla.
Espero que os haya gustado. Muakssss
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