¡Como me gustan las moras! y si son recién cogiditas mucho mejor. Pues ahí estábamos Paco, Arturo (mi pequeño monstruito, que creo que nunca os he dicho el nombre!!!), Tico y Noah (2 miembros perrunos más de la familia) y yo.
Arturo en su triciclo, yo con Tico y Noah intentado que no se fueran detrás de otro perrillo y Paco cogiendo las moras. ¿Que sucedió? pues que el pobre acabó con todaaaa la mano llenita de pinchos, y bien clavados, pobrecillo :(. Pero siguió, jejeje, hasta que conseguimos los 200 gr que necesitabamos (y unos poquillos más para decorar)
Menos mal que estaba buenísima...
Cremosa, dulce...¿que os puedo decir? una pena que no os pueda dar un cachito...pero a cambio os doy la receta para que la probéis.
Y es que es en esta época cuando podemos disfrutar de estas tartas, porque son fresquitas y porque tenemos ingredientes que en otra época no encontramos, como es el caso de las moras.
Tarta de moras silvestres
Ingredientes (para un molde de 20 cm aprox.):
- Para la base (opcional):
- 100 gr de galletas Digestive
- 30 gr de mantequilla sin sal
- 400 gr de queso crema (tipo Philadelphia)
- 200 ml de nata para montar (35% MG) + 3 cucharadas de azúcar
- 125 ml de leche
- 200 mgr de moras silvestres (unas pocas más para decorar)
- 100 gr de azúcar
- 4 hojas de gelatina
El día de antes de la elaboración de la tarta preparamos el almíbar (también se puede hacer el mismo día): en un cazo ponemos a fuego medio las moras con el azúcar, durante unos 10 minutos aproximadamente, hasta que éste se disuelva y se forme el almíbar. Retiramos del fuego y trituramos. Reservamos.
En un plato hondo con agua bien fría dejamos hidratando las hojas de gelatina (unos 10 minutos).
Comenzamos preparando la base de nuestra tarta: para ello trituramos las galletas en la trituradora (si no tenéis, podéis meterlas en una bolsa de plástico y las aplastáis con el rodillo) hasta obtener una textura tipo arena.
Calentamos la mantequilla en el microondas (en intervalos cortos) y la añadimos a las galletas, mezclandola para que todas queden empapadas. Echamos nuestro polvo de galletas en el molde y con la mano lo extendemos bien. Refrigeramos.
A continuación preparamos la tarta: añadimos el queso Philadelphia al almíbar y mezclamos muy bien.
Calentamos en el microondas (unos 30 segundos) la leche. Cogemos las hojas de gelatina que estaban hidratandose, las escurrimos y las deshacemos en la leche caliente. Seguidamente la añadimos a la mezcla de queso y moras que teníamos ya preparada y mezclamos bien.
Para terminar, montamos la nata (podéis ver consejos sobre como montar nata pinchando aquí), añadiéndole las 3 cucharadas de azúcar, y la incorporamos a la crema anterior, mezclandola con movimientos envolventes.
Una vez que todos los ingredientes estén integrados, sacamos nuestro molde de la nevera y vertemos la crema sobre la base de galletas.
Damos unos pequeños golpecitos sobre la encimera para que se extienda bien por todos lados y refrigeramos (de un día para otro).
Para terminar, la desmoldamos con mucho cuidado (ayudaros de un cuchillo para despegar la tarta de las paredes del molde) y decoramos a nuestro gusto. En este caso puse unas moras, pero podéis ponerle lo que mas os guste, nata, mermelada....
Y aquí la prueba de la lucha entre madre e hijo por comerse el último trozo de tarta!!! evidentemente...ganó él, porque acabó quitándome la cucharada y comiendosela a dos manos, jejeje.
Recordar que podéis seguirnos también en Facebook y Twitter
Espero que os haya gustado. Nos vemos prontito.
Mayte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario