Pastas para acompañar el café o el té (¡y sorteo!)

Esta receta es muy especial para nosotros, ya que fue la primera que abrió  nuestra página de Facebook, que hace pocos días (el 12 de Noviembre) cumplió un añito. 

Así que pense en volver ha hacer aquellas tímidas pastas que, sin saber si aquel proyecto iba a funcionar, hicieron que creciéramos cada día más y más hasta superar los 1000 seguidores  en un año. Que por cierto...¡estamos de sorteo! pincha aquí para verlo y participar!!

Bueno, que me voy liando y no llegamos nunca a la receta. Es una versión mejorada de mis pastas de té con pepitas de chocolate (pincha aquí para verla). Las dos versiones están riquísimas, pero con esta os doy más variedad.

Pastas para acompañar el café o el té 

Ingredientes:

- 175g de harina
- 150g de azúcar
- 70g de mantequilla sin sal (blanda)
- 1 huevo L

- 1 cucharadita de esencia de vainilla
- Azúcar avainillado

- 100g de chocolate (sabor a elegir)

- Coco rayado

- Almíbar (agua+azúcar)

Elaboración:

Comenzamos batiendo el huevo, la mantequilla, el azúcar y la esencia de vainilla. 

Una vez que estén bien mezclados añadimos la harina tamizada, mezclamos. 

En una bandeja forrada con papel de horno, repartimos en montoncitos (separados unos 5 cm), haciendo forma redondeada y un poco aplanada. 

Horneamos 15 minutos a 180 grados, previamente precalentado el horno. El tiempo de horneado varía según el tipo de horno, es aconsejable ir viendo el punto de doración de la masa.

Con la ayuda de una espátula las pasamos a una rejilla enfriadora y dejamos enfriar por completo.

Mientras, preparamos el almíbar calentando 100ml de agua+100g de azúcar hasta que se disuelva. Reservamos.

Derretimos también el chocolate troceado en el microondas y dejamos que se temple.

Una vez frías nuestras pastas las dividimos en tres grupos y cada grupo ira decorado de diferente sabor. Algunas las bañamos hasta la mitad en chocolate, otras con un pincel de silicona las pintamos con el almíbar y espolvoreamos coco rayado por encima, y las últimas también pintadas con almíbar les espolvoreamos azúcar avainillado. 

Y listas!

Jejeje, como anécdota os dejo con esta foto...con una mano inocente que no podía esperar para probarlas. 

Muchos besos.

Mayte.